Desguace Malvarrosa ha logrado reducir la superficie de sus instalaciones desde los 20.000 m2 hasta los actuales 6.900 m2 construidos que tiene su nueva sede, gracias a la incorporación de un almacén automático de 12 m de altura y capacidad para 3.200 paletas y 12.900 cajas. El nuevo almacén ha contribuido a organizar el negocio no como un desguace tradicional, sino como un silo en el que las piezas están referenciadas y organizadas para atender con rapidez cualquier petición.
Desde su fundación en el año 1981, la especialidad de Desguace Malvarrosa es la venta de piezas de recuperación (segunda mano), recambios y accesorios para el automóvil, tarea para la que está certificada como Centro Autorizado para el Tratamiento de vehículos fuera de uso.
Su nueva sede central, situada en el polígono industrial La Reva de Ribarroja del Túria (Valencia), cuenta con las siguientes áreas de trabajo: zona de recepción de vehículos, donde se emite el certificado de destrucción; zona de descontaminación de 3.000 m2 , con equipos para el tratamiento y reutilización del agua y contenedores adecuados para cada tipo de componentes; zona de desmontaje, con superficies impermeables; almacén robotizado con capacidad para más de un millón de piezas; y zona de mostrador para atender y asesorar al cliente. La superficie total construida es de 6.896 m2 .
El nuevo almacén automatizado ha contribuido a organizar el negocio de la compañía no como un desguace tradicional, sino como un almacén en el que todas las piezas están referenciadas y organizadas para que cualquier petición pueda ser inmediatamente atendida. Con estanterías de 12 m de altura y capacidad para 12.864 cajas y 3.200 paletas, este almacén es, sin duda, la innovación más importante de la nueva sede.
Cuatro robots transelevadores son los encargados de trasladar y almacenar la mercancía. Las estanterías para cajas (hasta tres tipos de unidades, dependiendo de las piezas a almacenar) están formadas por 135 módulos con 24 niveles de carga en altura cada uno, que son atendidos por dos robots transelevadores. En la instalación para paletas, donde se almacenan los elementos de mayor volumen, como por ejemplo los motores, los niveles de carga en altura son siete.
Además de las tradicionales paletas, la empresa ha diseñado para estas estanterías unas jaulas paletizadas que incorporan varillas que se deslizan sobre guías y sirven para depositar verticalmente puertas y cristales de vehículos. También aquí son dos robots los encargados de trasladar la mercancía hasta los puestos de picking situados en la cabecera del almacén.
Antes de ser almacenadas, todas las piezas son fotografiadas y referenciadas mediante códigos de barras, que contendrán todo el historial de la pieza desde que entró en la instalación: coche del que procede, quién y cuándo la desguazó y las observaciones hechas por el mecánico experto. Toda esta información se incorpora al sistema informático de la compañía. Esto permite posteriormente su localización inmediata, así como la ausencia de errores en su identificación.
Un potente software permite controlar todo los procesos: recepción del vehículo, descontaminación, desmontaje, control de calidad, almacenaje y ventas. De este modo es posible saber en todo momento qué piezas están disponibles y obtener una gran fiabilidad a la hora de responder a cualquier petición de material. Esta metodología es especialmente importante en esta compañía, puesto que cada pieza almacenada proviene de un coche distinto y, por tanto, es una referencia única.
Sobre la decisión de instalar un almacén automatizado, la gerente de Desguace Malvarrosa, Pepa Fandos, asegura que "el almacén debía ser inteligente, porque en nuestra actividad, si se deja en manos de una persona la decisión sobre dónde se guarda una pieza, es habitual el error humano a la hora de ir a buscarla". El almacenaje en altura y la eliminación de pasillos gracias a la automatización de los procesos también han permitido un significativo ahorro de espacio, circunstancia valorada de forma especial por parte de la dirección de la compañía.
"Como no nos dedicamos a una sola marca, sino que las comercializamos todas –afirma Fandos– debemos tener un gran stock. Pero el terreno es muy caro, de modo que teníamos que optimizar el espacio. Con el nuevo almacén hemos logrado pasar de una superficie de 20.000 m2 a los actuales 6.000 m2 construidos. Antes, por ejemplo, los motores los almacenábamos en el suelo y los movíamos con un puente grúa, mientras que ahora con unas estanterías de 12 m de altura hemos ganado capacidad y reducido al mismo tiempo el espacio ocupado".
Descontaminación
Hasta que una pieza desguazada llega a las estanterías, se ha seguido un largo proceso que comienza cuando los vehículos llegan a la nave. La entrega del coche se acredita mediante el Certificado de Destrucción, que es totalmente gratuito, garantiza el fin de la vida útil del vehículo y da lugar a su inmediata descontaminación como residuo peligroso. Además servirá para justificar (es obligatorio desde el pasado mes de febrero) la baja definitiva en el Registro de Vehículos de la Dirección General de Tráfico.
En la sección de descontaminación se extraen todos los líquidos y materiales que dañan el medio ambiente (combustible, líquido de transmisión, aceites del motor, del diferencial, de la caja de cambios, líquidos de refrigeración, de frenos, anticongelante, baterías de arranque, filtros de aceite, etc.) y se almacenan en su contenedor correspondiente para su posterior traslado a empresas autorizadas para el reciclado de estas materias.
A continuación, en la sección de desmontaje, se extraen las piezas que están en condiciones de ser reutilizadas, mientras que las piezas metálicas no aptas son enviadas a una máquina fragmentadora (una prensa). Los componentes susceptibles de reutilización son remitidos a la sección de control de calidad para su revisión y posterior almacenaje. La compañía ha adecuado sus instalaciones para no dañar el medio ambiente, una cuestión relevante teniendo en cuenta que se trata de un tipo de empresa a la que llegan gran cantidad de residuos.
Como parte de su compromiso por mantener su entorno en las mejores condiciones posibles, Malvarrosa ha sido, afirman desde la empresa, el primer desguace de la Comunidad Valenciana homologado por ATISAE, al cumplir todos los requisitos necesarios para el tratamiento de residuos.
Servicio a domicilio
Cuando son de segunda mano, algunas piezas de automóvil no cumplen las normativas de seguridad, por lo que son las primeras en ser desechadas cuando llega un coche al desguace. Para estos casos, la empresa ofrece como sustitutas piezas nuevas, para poder completar su catálogo de producto. Malvarrosa dispone de un servicio propio de reparto para las provincias de Valencia, Castellón, Alicante, Tarragona, Albacete y Cuenca.
Las expediciones al resto de provincias se sirven a través de agencias de transporte. El cliente principal de esta empresa valenciana es el taller y los profesionales de la automoción, que cursan sus pedidos por teléfono y son atendidos a domicilio. En el futuro se contempla la posibilidad de que los pedidos se realicen a través de Internet con la facilidad añadida de poder consultar el stock en tiempo real. F
ue precisamente el servicio a domicilio lo que en su día permitió a la compañía destacarse de la competencia. Antes cuando alguien se dirigía a un desguace, le dejaban pasar a un descampado donde él mismo debía apañárselas para desmontar la pieza de un coche. Malvarrosa cambió esa filosofía de trabajo y empezó a desguazar los coches con personal propio.
En un primer momento, la mano de obra encarecía el producto, sin embargo el resultado final era un ahorro de costes: "al usuario que sólo quería un piloto –afirma Fandos– le importaba poco si para sacarlo destrozaba el coche (estropeaban básicamente todo lo que había alrededor de la pieza). Por eso pusimos un mostrador y comenzamos a no dejar pasar a nadie; el cliente pedía el producto que necesitaba y nosotros se lo llevábamos por la tarde al taller". La competencia no tardó en copiar este modelo, al que más tarde, en 1987, Malvarrosa ya añadió un almacén con estanterías para guardar las piezas recuperadas.
Producto al hombre
Aplicando el principio de que es la mercancía la que se acerca al hombre y no al revés, gracias al nuevo almacén "las ventas son más rápidas, porque los transelevadores traen las piezas y el operario no debe desplazarse. Además, al haberse reducido el error humano, también nos ahorramos el tiempo que antes se perdía en devolver la pieza equivocada y regresar con la correcta– asegura la gerente de Desguace Malvarrosa".
Continuando con los motivos que llevaron a la compañía a decantarse por la implantación de un sistema automatizado. Desde la compañía aseveran que, para trabajar con estanterías de esta altura, "si lo hiciéramos con personas, habría que tomar tantas medidas de seguridad que, al final resultaría más caro que la inversión de los transelevadores".
Por otra parte, la aplicación de nuevas tecnologías a las tareas de almacenaje también ha permitido liberar personal y destinarlo a otras tareas. Fandos comenta al respecto que "antes teníamos muchos empleados dedicados a guardar las piezas en las estanterías, mientras que ahora tenemos más personal destinado al control de calidad". Ciertamente, la implantación de un almacén automático no es habitual en un negocio de desguace y venta de piezas de segunda mano.
Sin embargo, este sector de actividad ha sufrido grandes cambios en los últimos años, y ya no basta con tener un trozo de suelo en el que acumular chatarra. En la actualidad, para abrir un Centro Autorizado de Tratamiento de vehículos (CAT) fuera de uso hay que cumplir una estricta normativa antes de obtener la concesión administrativa (renovable cada cinco años).
Asimismo, la concesión limita el número de vehículos anuales que un CAT puede descontaminar, y esa limitación se establece en base a la capacidad de las instalaciones, puesto que la legislación dice que no se pueden almacenar coches de desguace durante mucho tiempo.
En sus antiguas instalaciones de Alborada (Valencia), Desguace Malvarrosa podía recepcionar 5.000 vehículos al año, mientras que en el nuevo centro de Ribarroja del Túria la empresa ha solicitado, de entrada, poder descontaminar 10.000 unidades anuales. No obstante, Pepa Fandos asegura que, en la práctica, ahora "no tenemos límite, puesto que la asignación depende de lo rápido que puedan ser descontaminados los coches, y nosotros tenemos muchos puntos de descontaminación y podemos hacer varios turnos".
PLANTEAMIENTO INICIAL
Desguaces Malvarrosa planteaba la necesidad de gestionar un gran número de referencias únicas en el mínimo espacio posible, con un control exhaustivo del origen de la pieza así como de las fechas en las que se produjo su incorporación al almacén. Todas las referencias que se ubiquen en el almacén son fotografiadas y referenciadas mediante códigos de barras.
Mediante éste código se accederá a toda la información histórica de la pieza (vehículo de procedencia, la persona que lo desguazó, etc). Estas características permitirán que las piezas se puedan localizar mediante cualquier concepto, evitando errores en su identificación.
Debido a los diferentes tamaños que se pueden encontrar se ha elegido un sistema de almacenamiento mixto en el que conviven un sistema de paletización de doble profundidad con un sistema de almacenamiento de contenedores de plástico formado cada uno de ellos por dos transelevadores. El estocaje de paletas en doble profundidad permite obtener una alta densidad de almacenamiento sin renunciar a la operatividad que proporciona una instalación automática.
NECESIDADES A CUBRIR
El proceso operativo de Desguaces Malvarrosa comienza en el momento en que se reciben los vehículos y se someten a un proceso de descontaminación. Posteriormente se desmontan la totalidad de piezas susceptibles de ser reutilizadas y se almacenan para su posterior venta a talleres o a particulares.
En una industria de éste tipo las necesidades de espacio son muy grandes, esta forma de gestión requiere trabajar con un gran número de referencias y de ubicaciones que deberán estar todas accesibles para el operador. Una solución automática encaja perfectamente con las exigencias de Desguaces Malvarrosa ya que además de aportar resolución a los problemas de clasificación, requiere de una superficie menor que los sistemas tradicionales.
De este modo, se dispone de un stock de recambios de segunda mano, todos codificados e introducidos en una base de datos del sistema informático. Los pedidos de los clientes se tramitan previa consulta a esta base de datos y posteriormente se preparan en el almacén para su expedición. Los clientes realizan los pedidos de dos formas diferentes:
- Mostrador: los clientes se desplazan al almacén de Desguace Malvarrosa y realizan la petición de piezas que requieren.
- Teléfono: los clientes se ponen en contacto mediante teléfono con Desguace Malvarrosa y realizan la petición de piezas que requieren. Los clientes en mostrador tienen prioridad sobre los clientes por teléfono.
Integración con el sistema de gestión existente
Desguaces Malvarrosa ha implantado en la nueva sede un Sistema de Gestión Central (SGC) que trabaja en un conjunto de áreas de la empresa. Uno de sus cometidos es la generación de una base de datos de la totalidad de piezas contenidas en el almacén que contendrá las características de la pieza y fotografías de la misma para su visionado por parte del posible cliente interesado.
Para cada una de las piezas que superan el control de calidad, el SGC les asigna una referencia. Cada referencia es un código alfanumérico que representa diferentes campos. Utilizando el código alfanumérico se realiza una impresión de un código de barras para asignarlo a la pieza e identificarla unívocamente.
En la etiqueta que se da a cada pieza está impreso el dato de la familia, esto permite que los operarios identifiquen la referencia, su familia y procedan a su almacenaje en el almacén correspondiente. Mediante el interfaz de importación de datos proporcionada por el Sistema Mecalux de Gestión de Almacenes (SIMEGA) se realiza el traspaso de los datos de las referencias desde el SGC a SIMEGA.
Este interfaz permite también la modificación o eliminación de los datos de referencias. El SGC puede bloquear referencias hasta que SIMEGA le comunique su entrada física en el almacén para que estén disponibles para la venta.
DESCRIPCIÓN DE LA SOLUCIÓN INSTALADA
El nuevo almacén de VICENTE FANDÓS S.L. se ha dividido en cuatro áreas:
- Almacén A. Cajas. Formado por dos MiniLoad "In a Box" para el almacenaje de cajas conteniendo pieza pequeña.
- Almacén B. Paletas. Formado por dos almacenes de paletas para el almacenaje de pieza pesada y / o de tamaño medio.
- Almacén C. Cantilever. Formado por un pasillo con dos cuerpos de estantería cantilever servida por carretillas elevadoras para el almacenaje de cargas largas.
<- Almacén. Manual. Formado por dos pasillos de estantería manual servida por carretillas recoge pedidos en altura.
Sistema automático de almacenaje de cajas
Desde el almacén automático, servido por miniloads, se suministran contenedores vacíos a las posiciones de picking en las que se procederá a colocar las referencias indicadas por el sistema de gestión (SIMEGA). Posteriormente el sistema ubicará el contenedor en el interior del almacén siguiendo, para ello los criterios que se han definido en el maestro de artículos. Una vez finalizada esta acción SIMEGA informará al SG de la finalización de la acción.
Sistema automático de almacenaje de paletas
El funcionamiento es básicamente el mismo que en el almacén de cajas teniendo como principal diferencia el tipo de referencias que se almacenarán en estas posiciones. También existe la posibilidad de que un palet se pueda extraer e incorporar al sistema de forma que sea más cómoda la manipulación de las referencias que en este soporte de almacenamiento se sitúen.
Transelevadores
Transelevador de cargas ligeras
En el almacén A se ha instalado dos transelevadores para cargas ligeras tipo miniload de simple profundidad, con una altura aproximada de 12 m y una capacidad de carga máxima de 50 kg.
Transelevador de paletas
En el almacén B se han instalado dos transelevadores para paletas de doble profundidad, con una altura aproximada de 12 m y una capacidad de carga máxima de 1.000 kg.