Cobots: robótica colaborativa al servicio del depósito
Los cobots o robots colaborativos ya forman parte de decenas de procesos logísticos que tienen lugar en el depósito. Del transporte de mercaderías a la preparación de pedidos, esta tecnología ha permitido incrementar la eficiencia en la cadena de suministro.
De hecho, son muchos los sectores que ya la han implementado, entre ellos la automoción o el retail. ¿Y esto por qué? Un estudio del Massachusetts Institute of Technology (MIT), el ecommerce moverá, para 2022, un volumen de negocio de más de 6 billones de dólares señala que las personas reducen su tiempo no productivo en un 85% cuando trabajan junto a robots.
En este artículo definiremos qué es un cobot, qué aporta a la cadena de suministro y cuál es su futuro en el depósito.
¿Qué son los cobots? Definición de robótica colaborativa
Los cobots o robots colaborativos son robots creados para interactuar en un entorno de trabajo con humanos, a fin de liberar a los trabajadores de las tareas más repetitivas, complejas o peligrosas.
Esta innovación se puede aplicar al depósito gracias a la consolidación de dos tecnologías clave: la inteligencia artificial y el machine learning. De esta manera, los cobots no sustituyen a los operarios, sino que aprenden de ellos para realizar funciones de máxima precisión sin el menor desgaste.
¿Qué supone la entrada de los robots colaborativos en logística? Las máquinas cubrirán los procesos más repetitivos, facilitando que los seres humanos se centren, exclusivamente, en aquellas tareas que aporten valor añadido a la logística: análisis de datos, decisiones estratégicas, entre otros.
En depósitos de grandes dimensiones o centros de distribución, los cobots incrementan la eficiencia en la preparación de pedidos, recorriendo el depósito y evitando que los pickers deban salir de su zona de trabajo.
Ventajas de la robótica colaborativa
Pero, ¿cuáles son las principales ventajas de automatizar la logística con cobots?
- Mayor precisión: la incorporación de estas máquinas a los procesos logísticos minimiza los errores derivados de la gestión manual.
- Más seguridad: los cobots se encargan de ejecutar las tareas más peligrosas, con lo que disminuyen los riesgos de accidente tanto para el operario como para la mercadería.
- Aumento de la productividad: los robots colaborativos operan sin interrupción, lo que evita que la compañía mantenga múltiples turnos de trabajo y facilita que los operarios se dediquen a tareas con más valor añadido.
- Reducción de costos operativos: el incremento de la eficiencia en las operativas de depósito y la disminución de errores optimiza los recursos de la compañía.
- Flexibilidad y escalabilidad para el depósito: los cobots pueden adaptarse a múltiples tareas logísticas, lo que permitirá adecuar los flujos de trabajo del depósito a los pedidos y a la estacionalidad del producto.
Todos estos puntos a favor han conducido al crecimiento de esta tecnología en las instalaciones de almacenamiento. De hecho, según un estudio de la consultora Loup Ventures el mercado de los robots colaborativos ya sumará en 2025 un volumen de negocio de más de 13.000 millones de euros, representando el 34% de las ventas de robots a nivel mundial.
Ejemplos de robótica colaborativa
Las principales aplicaciones de la robótica colaborativa, hoy en día, tienen que ver con las actividades logísticas repetitivas que suponen un gran esfuerzo físico para el operario. Destacamos algunos ejemplos:
- Picking: tanto en procesos de preparación de pedidos como de pick&place (tomar un producto de una ubicación y situarlo en otra), los robots colaborativos pueden significar una importante mejora, pues resultan más ágiles y eficaces que un operario tradicional.
- Packaging y ensamblaje: las operativas de envasar la mercadería o de unirla al pallet tienden a ser lentas. Es por ese motivo que se incorporan cobots para optimizar estas gestiones manuales.
- Control de calidad: la inspección técnica durante la recepción de mercadería es una tarea compleja, pues requiere la identificación de múltiples parámetros como el estado del pallet, la verificación de cantidades, etc. Incorporar una cámara a un cobot incrementa la eficacia de esta fase, reduciendo así los costos logísticos totales de la compañía.
Regulación para los robots colaborativos: ISO 15066
A fin de regular una solución logística que se está consolidando, la Organización Internacional de Normalización (ISO, en sus siglas en inglés) lanzó la normativa ISO/TS 15066:2016.
En esta normativa se regulan las condiciones de seguridad en el entorno de trabajo industrial para la efectiva cooperación entre operarios y robots colaborativos. Esto pretende evitar riesgos para los trabajadores durante su desempeño laboral.
Asimismo, la directriz internacional establece pautas y criterios para el adecuado diseño e implementación de un depósito y de sus flujos de trabajo, a fin de garantizar la integridad de los trabajadores. Por ejemplo, la ISO/TS 15066:2016 señala la necesidad de una distancia mínima de seguridad entre el robot colaborativo y el operario.
Cobots vs robots industriales
Precisamente la organización internacional ISO definió el concepto de robótica industrial bajo el paraguas de la norma ISO 8373:2012: un robot es “una máquina programable multifuncional controlada automáticamente, con tres o más ejes, que puede estar fija o ser móvil y cuyo uso se circunscribe en aplicaciones de automatización industrial”.
La principal diferencia entre un cobot y un robot industrial convencional es su papel en el depósito: mientras que una máquina colaborativa ─como su nombre indica─ trabaja como ayudante del operario, potenciando la eficiencia de sus tareas, un robot industrial se construye para convertirse en sustituto natural del trabajador.
Pero, ¿cuáles son las principales diferencias entre cobots y robots industriales?
Cobots | Robots Industriales |
---|---|
Pueden realizar múltiples tareas | Ejecutan una sola tarea con la máxima precisión |
Machine learning: habilidades de aprendizaje | Preprogramados, no responden ante imprevistos |
Ligeros | Suelen ser pesados y de movimientos limitados |
Interacción con el ser humano | No hay colaboración con los operarios |
Más robots y más especialistas: así será la robótica en el depósito
El futuro pasa, pues, por la colaboración entre seres humanos y robots en el depósito. Eso se desprende del reciente estudio de la consultora norteamericana Forrester, que manifiesta que la robótica eliminará un 16% de los trabajos actuales, mientras que creará a su vez un 9% de nuevas funciones para 2025.
¿Eso por qué? La inteligencia artificial suplirá los trabajos mecánicos e introducirá nuevos perfiles laborales que aporten valor añadido como especialistas en automoción, programadores de robótica o creadores de contenido.
El informe de Forrester no es el único que apunta hacia un auge de la simbiosis entre operarios y máquinas: según un estudio de Interact Analysis, el mercado de los robots colaborativos superará los cinco billones de dólares en volumen de negocio para 2027.
Junto con la implantación de sistemas de gestión de depósitos, los cobots potenciarán la eficiencia y la productividad del depósito. En definitiva, su objetivo no es eliminar puestos de trabajo sino complementar las operaciones de los operarios para garantizar los estándares de calidad en su trabajo.