Logística humanitaria y cadena de suministro
Cuando se produce un desastre natural, una pandemia o estalla un conflicto bélico, una buena gestión de la logística humanitaria puede ayudar a mitigar las consecuencias.
¿Qué es y cómo funciona la logística humanitaria?
La logística humanitaria es el proceso de coordinar el almacenamiento, el transporte y la entrega de ayuda a aquellas personas o animales afectados por un desastre. Implica la planificación, el aprovisionamiento y el envío de estos materiales en el momento en que más los necesitan, pero también el traslado de profesionales sanitarios y de rescate, así como la puesta en marcha de medidas sanitarias y de seguridad. Busca cubrir las necesidades básicas de las víctimas, en especial la alimentación, el refugio y la atención médica.
Que los despliegues sean rápidos y efectivos es vital, ya que en logística humanitaria un retraso de unas horas o días puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. La logística humanitaria no solo se da en zonas de guerra o azotadas por desastres naturales, sino que también forma parte del día a día de organizaciones y hospitales. Un ejemplo es la logística de trasplante de órganos, toda una carrera contrarreloj por la supervivencia.
¿En qué se diferencia la logística humanitaria de la comercial?
Pese a que utilizan herramientas similares para su ejecución, la logística humanitaria y la comercial poseen distintas prioridades y persiguen metas diferentes. Mientras que la logística convencional aspira a maximizar la rentabilidad de los movimientos de mercaderías y satisfacer las demandas de sus clientes, la logística humanitaria suele ser una actividad deficitaria y, a menudo, de carácter voluntario, solidario o gubernamental. Su propósito principal es hacer llegar ayuda a tiempo a las personas y seres que lo necesitan, evacuarlas a lugares seguros o proporcionarles alimentos y refugio hasta que una situación de emergencia termine.
Además de en sus objetivos, la logística humanitaria y la comercial se distinguen por su previsibilidad y complejidad. Aunque la demanda de los clientes es cambiante y los directores de la supply chain de las compañías tienen que estar preparados para hacerle frente, la respuesta ante catástrofes como inundaciones, erupciones volcánicas o ataques bélicos se enfrenta a una gran imprevisibilidad. Estos equipos deben estar organizados y preparados para actuar donde y cuando sea preciso.
Fases de la logística humanitaria
Por lo general, la logística humanitaria pasa por tres etapas a fin de brindar asistencia del modo más eficaz y rápido posible:
- Gestión de la demanda. Es necesario disponer de suficientes recursos ante lo que pudiera suceder y estos deben conservarse en buen estado. Un momento en el que la previsión resultó insuficiente fue durante la pandemia de COVID-19, que provocó una gran carencia de equipos de protección médica como mascarillas.
- Distribución de la ayuda. Contar con una red que comunique qué elementos podrían requerirse en una catástrofe contribuye a recopilarlos de forma más ágil. De esta manera, los bancos de donación envían alertas a la población cuando observan una falta de sangre de algún tipo sanguíneo.
- Preparación del plan de apoyo. Igualmente, es conveniente trazar rutas de rescate y acceso de la ayuda humanitaria antes de que suceda una emergencia. Así, los profesionales y alimentos o medicinas podrán llegar a su destino en el menor tiempo posible y sin correr riesgos.
Retos de la logística humanitaria
La logística humanitaria se enfrenta a múltiples desafíos en el desarrollo de su labor. Entre ellos se encuentran cuestiones como el acceso a zonas remotas, el mantenimiento de la cadena de frío, el abastecimiento de productos a un precio asequible o la gestión de aduanas.
En el plano económico, las fluctuaciones del mercado y el aumento de los precios son comunes en situación de crisis y pueden dificultar adquirir medicinas o vacunas ante alguna enfermedad. El transporte también juega un rol crucial en estas cadenas de suministro solidarias. Por ejemplo, las agencias humanitarias tuvieron que trazar rutas alternativas cuando uno de los buques más grandes del mundo quedó encallado en el canal de Suez en 2021.
Los gastos de envío de material, la necesidad de personal técnico y especializado y de mantener la comunicación con las víctimas son otros de los retos que asume la logística humanitaria. Por último, la seguridad desempeña uno de los papeles más relevantes. Actuar en zonas donde existen conflictos armados puede complicar la llegada de ayuda y la presencia de los equipos sanitarios y de rescate.
¿Cómo es la cadena de suministro en la logística humanitaria?
Si bien la logística comercial suele apoyarse en datos históricos para la previsión de la demanda, la logística humanitaria a menudo se enfrenta a lo desconocido y solo se descubre la gravedad de los acontecimientos cuando la ayuda comienza a llegar al lugar de los hechos.
Así, la logística humanitaria necesita un enfoque más reactivo y flexible para afrontar la gran incertidumbre y complejidad de sus cadenas de suministro. Es por ello que este tipo de operaciones suelen coordinar a varios actores entre los que se hallan gobiernos, ONG, organismos internacionales, el sector privado o incluso donantes particulares.
Mejores prácticas en logística humanitaria
Organizaciones como ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados, señalan algunas acciones clave para gestionar la logística en crisis humanitarias:
- Mejorar la planificación. Este aspecto es vital en aquellas zonas con menor capacidad de respuesta ante crisis o imprevistos.
- Recibir formación específica. Adquirir conocimientos sobre atención de emergencias, labores de refugio y acogida, alimentación o recursos humanos es de utilidad a la hora de abordar estas situaciones.
- Asegurar los campos de acción. Los equipos trasladados a zonas de conflicto o desastres naturales deben seguir las directrices de seguridad establecidas.
- Consolidar la cadena de suministro. A fin de dar la mejor respuesta posible, es conveniente contar con reservas de artículos de primera necesidad y suficientes vehículos para su distribución. Para ello hace falta alcanzar acuerdos con distintos socios.
La intralogística, aliada de la logística humanitaria
Además de prestar atención al transporte, disponer de una intralogística ágil contribuye a que los recursos lleguen antes a las personas en circunstancias difíciles. Así, por ejemplo, la Cruz Roja francesa decidió automatizar su depósito de Pantin, al norte de París, para garantizar la entrada y salida masiva de productos de primera necesidad desde sus instalaciones.
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